Nos encontramos en Aín, un municipio enclavado en el Parque Natural de la Sierra de Espadán que conserva su encanto musulmán original. El rojizo color del rodeno permite en estas latitudes que nos encontremos rodeados de su habitante más emblemático: el alcornoque, famoso, entre otras cosas, por la extracción ecológica de su materia prima: el corcho.