En el expediente de este sendero no consta que se hayan realizado controles de calidad en los últimos años por lo que se desconoce si cumple con las condiciones óptimas de señalización y mantenimiento para ser recorrido siguiendo exclusivamente estas señales.
El/la senderista habrá de tener en cuenta que con posterioridad a la fecha de homologación se ha podido producir un déficit en su señalización y mantenimiento del que es responsable la entidad promotora. Además, los deportes de montaña implican riesgos derivados de la propia actividad y del entorno en el que se realizan, que son asumidos totalmente por cada deportista, para lo cual deben formarse, planificarse, equiparse adecuadamente y hacer un uso responsable de los senderos.
Durante todo el camino encontramos cuevas excavadas en la roca y construcciones de piedra seca junto a la pared vertical del acantilado. Éstas fueron usadas asiduamente hasta mediados del siglo XX, como refugio de pescadores y agricultores e incluso contrabandistas. Los humildes albergues servían como resguardo de la noche, el temporal o para dejar aperos. Mayoritariamente mantienen el nombre de quienes las alzaron o las usaron. Además, durante el trayecto también se observan algunos abancalamientos que muestras como en un pasado reciente los vecinos del municipio aprovechaban las tierras hasta llegar al mar.