En el expediente de este sendero no consta que se hayan realizado controles de calidad en los últimos años por lo que se desconoce si cumple con las condiciones óptimas de señalización y mantenimiento para ser recorrido siguiendo exclusivamente estas señales.
El/la senderista habrá de tener en cuenta que con posterioridad a la fecha de homologación se ha podido producir un déficit en su señalización y mantenimiento del que es responsable la entidad promotora. Además, los deportes de montaña implican riesgos derivados de la propia actividad y del entorno en el que se realizan, que son asumidos totalmente por cada deportista, para lo cual deben formarse, planificarse, equiparse adecuadamente y hacer un uso responsable de los senderos.
Este sendero nos lleva a través de pinares donde se elevan importantes paredes calizas denominadas "cinglas". Por sus pies transcurre el Rio Grande encajonado, siguiendo el curso del río nos llevara hasta el Abrigo de Voro. Una vez abandonamos el abrigo caminaremos por el interior de una gran masa forestal y pasaremos junto las ruinas de Casa Eliseo que posee una higuera centenaria, para terminar el recorrido junto el Charco de la Horteta donde comenzamos.